Provincia de SANTA CRUZ, Argentina, 24 de noviembre de 2013

Ingresé a la provincia por la ciudad de Caleta Olivia, donde la costa, las casas y el mar, se alternan con numerosos balancines extractores de petróleo dispersos en los alrededores.
Hice una breve parada allí y continué manejando por la ruta 3 hacia el sur.
Bosques Petrificados: Me desvié unos 50 km de la ruta 3, avanzando por un camino de ripio, para llegar a este lugar que me remontó al pasado.
Y literalmente así fue, ya que allí encontré araucarias petrificadas de más de 30 m de largo y 2 de diámetro que datan de más de 100 millones de años atrás.

Viéndolas me imaginé el tiempo en que los continentes aún estaban unidos (Godwana) y la cordillera de los Andes era un gran centro volcánico rodeado por extensos y húmedos bosques de inmensas araucarias donde habitaban los dinosaurios.
Una gran explosión volcánica creo una onda expansiva que las derrumbó a todas juntas, y fueron cubiertas por las cenizas volcánicas que contribuyeron al proceso de petrificación que hoy en día nos da la oportunidad de observarlas.
Puerto San Julián: 25/11/13 A la noche y para descansar me detuve en este pequeño pueblo. Inserto en la historia nacional Argentina desde 1520, momento en que Hernando de Magallanes arribara a sus costas para invernar en el periplo de encontrar la unión de los océanos y las islas de las especias.
Es en ese momento que se celebra la primer misa en territorio argentino y se produce el encuentro con los nativos del lugar originándose a partir de entonces el topónimo Patagonia.
Y una manera de revivir esa historia es visitando el Museo Nao Victoria.
Con 265 hombres y cinco naves partió desde Sevilla, en agosto de 1519 la flota de Magallanes.
El objetivo era encontrar un canal entre el Atlántico y el Pacífico y así llegar a las islas de las especias.
Pero nada fue sencillo en ese viaje que concluyó después de 3 años con sólo 18 tripulantes vivos.
El museo Nao Victoria es una réplica a escala real de una de las 5 naves de la flota magallánica que emprendió la primera vuelta al mundo y la única que volvió a España.
Recorriendo su interior me asombré de imaginar el valor que tenían esos hombres para ingresar a un océano desconocido y vivir en esas pequeñas y vulnerables embarcaciones durante meses o años.
Esos sí que eran realmente aventureros….

Pero el Puerto de San Julián ofrece además una belleza natural única. Con el color verde agua de sus playas y los 27 km de costa con un circuito ideal para recorreren vehículo mientras se avista toda la fauna marina (lobos, pingüinos, cormoranes, etc) entre acantilados y playas de canto rodado.
La ciudad es de calles muy tranquilas y ordenadas, y caminando por la rambla se llega a la plazoleta Héroes de Malvinas.
Allí se observa el “Mirage Dagger” que realizó la primera misión sobre las islas desde la base aérea Puerto San Julián el 1 de mayo de 1982.
También avanzando sobre la costanera se encuentra el camping municipal (donde me quedé) y el monumento a la primera misa.
En la tarde, mientras escribía mi bitácora en el camping, al levantar la vista me llevé una gran sorpresa.
Eran los amigos de Uruguay por el mundo con su Mehari!!!!

Emocionados y felices por el encuentro, decidimos compartir la cena juntos, y al otro día después de desayunar e intercambiar números para seguir en contacto, me despedí de Mario y Serrana con la promesa de volver a cruzar nuestras rutas.
Río Gallegos: Camino a Río Gallegos paré en el pequeño y adorable Comandante Piedra Buena, con la Isla Pavón a la que se accede a través de un puente y en la que visité la casita histórica donde vivía el fundador.
Llegué a Río Gallegos en la tarde. Marcada en el mapa como la última ciudad importante antes de cruzar el Estrecho de Magallanes, hice mi parada de descanso allí.
No me resultó una ciudad muy atractiva y sumado a los fuertísimos vientos que asotan la región no me motivó a recorrerla.
Al otro día continué viaje, pero la intensidad del viento que hasta volteó camiones en la ruta, me obligó a parar durante horas a esperar que disminuyera. Llegué a la frontera austral con Chile, y me encontré con otro imprevisto: Paro de aduanas en Chile.

Así que me armé de paciencia y durante 5 horas más esperé a que hicieran un receso al paro, para poder cruzar y pasar la noche allí.

1 comentario:

  1. Gracias Norberto, la verdad es que el viaje viene saliendo completamente de maravillas, sólo que he estado un poco atrasada al pasar la bitacora a la compu. Ya estoy en Santiago de Chile, y espero ponerme al día pronto! Te mando un beso, Carolina.

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