Cuevas de la
Candelaria. A unos km de Cobán se
encuentran estas gigantescas cuevas, consideradas la puerta de entrada al mundo
Maya.
Llegando a la Aldea Candelaria, hay una especie de parque
gestionado por los mismos aldeanos, donde se ofrecen 2 opciones: visita a la
cueva seca y visita a la cueva húmeda haciendo “tubing”. Yo definitivamente no
me quería perder de ninguno así que hice los dos!
Con más de 100metros de largo, es considerado uno de los
sistemas de cuevas y ríos subterráneos más importantes de América.
Caminé con el guía durante una media hora, cargando el gomón
para la parte húmeda de la travesía, y por supuesto la linterna. En determinado
momento nos encontramos con el río y allí ingresamos. Acostada sobre el gomón
avanzamos por el rio e ingresamos a la cueva. Realmente una abertura
impresionante repleta de estalactitas y estalagmitas y seguimos avanzando hasta
llegar a una parte donde dejamos los gomones en la orilla para ingresar a la
parte seca. Zona elegida por los mayas para realizar rituales y a la que
consideraban como la entrada al inframundo o Xibalbá.
De una altura impresionante la gran cueva con formaciones
hermosas que bajaban del techo producto del goteo e infiltraciones del agua
durante años y años que han producido las estalactitas. Caminamos y caminamos
hasta que la claridad de la entrada de la cueva se dejó de ver y sólo nos
alumbrábamos con las linternas, ingresando a espacios aún más reducidos y
habitados por murciélagos.
El recorrido por la cueva seca observando las hermosas
formaciones llevo poco más de una hora, y al finalizar volvimos a subir a los
gomones…
Esta vez avanzando por una especie de tubo dentro de cuevas
subterráneas formadas por el río y completamente a oscuras. Por momentos
impresionaba la sensación de no ver realmente nada, y más aun estar en el agua
sin ver.
Casi 20 minutos flotando y siguiendo el rio hasta que
nuevamente se vio la luz a lo lejos y la salida del túnel.
Una experiencia aventura que no me podía perder!
El recorrido por el
Mundo Maya continuó en el departamento de Petén y rodeado de selva donde
se encuentra esta maravilla declarada de interés por la UNESCO: TIKAL. Ciudad construida por los mayas unos siglos
antes de cristo y que fuera habitada por casi 1800 años hasta el momento de ser
abandonada abruptamente como todas las ciudades mayas. Muchas son las hipótesis
que explican por qué de un dia para el otro los mayas abandonaron esta
ciudad….desde por alguna epidemia hasta por una gran devastación de la región
que produjo escasez de comida, pero la verdad se desconoce.
Casi 60.000 personas habitaron Tikal, antes de ser
abandonada. Pirámides varias de diversas alturas, edificios para la observación
astronómica, templos en conmemoración de los “Katún” períodos de 20 años que
los mayas contabilizaban, canchas para juegos de pelotas y palacios. Todo quedó
oculto bajo la intensa y espesa vegetación que cubrió completamente las ruinas
hasta que fueran descubiertas a comienzos del siglo XX.
Llegue con la intensión de pasar la noche allí, y así lo
hice.
El templo del Jaguar, uno de los íconos más famosos en plena
Plaza Central, el templo del Sacerdote Jaguar aún en proceso de recuperación y
la pirámide de la serpiente bicéfala desde donde se observa la mejor vista de
todas las ruinas.
Fue realmente muy emocionante estar allí y transportarme a
esos tiempos tratando de imaginarme cómo sería cuando lo mayas caminaban por
sus calles….
Lo mismo me sucedió en Yaxha, otra de las ruinas mayas de la
región, ubicada a unos 40 kilómetros de Tikal sobre el rio del mismo nombre.
Tambien fue un importante centro de comercio en la región, en conjunto con
Naranjo y Nakum. El mismo tipo de construcciones pero muchas de ellas aún sin
recuperar de entre la vegetación. Con la entrada a Yaxha está incluido un
camping, en el que uno puede quedarse los días que desee. Así que aprovechando
la ventaja de poder subir a las pirámides cuantas veces quisiera, ahí mismo me quedé y disfruté de un par de
noches y amaneceres entre pirámides mayas.
Impresionante amanecer en medio de la selva. Sonidos de
pájaros y los gritos de los monos aulladores me hacían saber que la selva
estaba despertando y con ella yo ya en pie a las 5 am. Con la salida del sol
todo el rocío de la noche comienza a levantar y una gran neblina cubre el sol
hasta que sus rayos comienzan a calentar y evaporar la humedad de los verdes y
gigantes árboles. Maravillas de la naturaleza y de la selva tropical, la misma
que habitó por tantos siglos la Cultura Maya, una de las más ricas y avanzadas
de nuestra América.