1 AÑOOOOO!!!!

Y qué rápido que se pasa el tiempo, pienso por un lado… ya hace un año que estoy en viaje, un año de comenzar esta travesía de hacer realidad mi sueño de dar la vuelta al mundo.


Por otro lado me pongo a mirar fotos de aquel 1 de setiembre del 2013, en que me despedía de mi querida Montevideo, de tantos amigos, familia y personas queridas, y me parece que ha pasado tanto tiempo…
Y es que el tiempo es tan relativo! En este año he vivido tantas cosas, he crecido tanto, he visto tantos paisajes, conocido tanta gente, cultivado tantos afectos y cosechado tantas amistades que  parece mentira que sólo pasaron 365 días.
Doce meses de dar el paso que me cambiaría la vida por completo, y la manera de ver el mundo. Pienso en  esa Carolina que con ilusión se desprendió de toda la estabilidad que da lo cotidiano para partir en busca de su sueño aún con un montón de miedos e incertidumbres de lo que se vendría, pero con la certeza de estar tomando la decisión correcta, porque ir tras los sueños nunca puede ser el camino equivocado.
Era imposible imaginarme

Y si se preguntan... ¿Cómo empezó todo esto? Aquí les cuento!

A pesar de que muchos opinan que es una locura, desde que tengo memoria, el sueño de dar la vuelta al mundo por tierra me da vueltas en la cabeza.
En mis 32 años, he intentando tener la vida que la sociedad normalmente indica (estudios, trabajo, vivir a diario buscando una estabilidad económica, etc ), aunque cada oportunidad que mi espíritu aventurero tuvo de salir afuera, se aferró a él con todas las fuerzas. Gracias a eso conocí varios países y tuve la oportunidad de compartir de cerca las vivencias de otras culturas, como por ejemplo la árabe y la de los aborígenes Tobas.
A pesar de eso, tenía ese pendiente en la lista de cosas que quería hacer en mi vida, pero un poco el miedo y la incertidumbre de dejar toda la estabilidad que la vida cotidiana da, me hacía postergarlo para más adelante...esperando que algún día llegara el momento.
Creo que uno siempre posterga las cosas, suponiendo que va a tener tiempo de hacerlas, pero no nos damos cuenta de lo efímero de la vida.

Hola ECUADOR!!!!

Y por fin llegue a este país del que tantas maravillas me habian hablado.... Apenas cruce fronteras increiblemente cabio el clima. Calor y humedad en el ambiente, y a los lados de la ruta muchisima vegetación verde casi que fosforescente.
Cruzamos la frontera de Tumbes(Perú) con Huaquillas (Ecuador) ya casi a la tardecita. Si bien salimos en la mañana de Mancora, entre una vuelta y otra el tiempo se pasa y uno termina llegando a ultima hora al destino.
Según nos habían dicho Ecuador es mucho más seguro que Perú, y sumado a que no viajaba sola ya que venían conmigo hasta Machala los cabros chilenos (Jose y Pablo), el anochecer era lo que menos me preocupaba.
Hicimos los tramites migratorios ya en territorio Ecuactoriano, y unos 10 km más adelante la aduana de la charrúa que para mi sorpresa ni la revisaron en su interior.

Máncora y La casa de Yola

Alguien me había mencionado la casa de Yola, un lugar en Máncora donde se hospedan la mayoria de los viajeros que al igual que yo pasean por estas tierras en su recorrido por América del Sur. Si bien ya hacia un mes que estaba en Mancora, no habia llegado hasta alli, pero como el mundo es pequeño, casi en mis últimos días y a través de los amigos de "La Senda del Caracol" llegué al lugar.
De inmediato quedé encantada del ambiente que se respira, la tranquilidad y la buena onda del lugar...más aún cuando conocí a Yola!